21 MEGAOBRAS. COBRO PARA TODOS ¿BENEFICIO PARA QUIÉN?
A pesar de ser el proyecto más ambicioso de Cali desde los Panamericanos de 1971, y de tener un presupuesto que compromete vigencias futuras, las obras no fueron discutidas suficientemente con la comunidad. Crece la polémica y el descontento con un proyecto vial sin concepto de ciudad.
Por Jaime Corrales. Especial para La Palabra
Las llamadas 21 megaobras son desconocidas por la mayoría de los caleños, muchos de los cuales sólo se enterarán cuando vean la maquinaria o las vías cerradas, o incluso, cuando lleguen a sus casas los onerosos cobros por concepto de valorización, y esto, durante cinco años.
De poco ético, mal planificado e incluso bochornoso calificaron algunos expertos el proyecto de obras impulsado por la actual Administración Municipal, y discutido por los asistentes al foro organizado por el Departamento de Geografía de la Universidad del Valle.
Las obras fueron presupuestadas inicialmente en $800.000 millones, que se cobrarán por “Contribución de Valorización por Beneficio General”, según lo estipuló el Concejo Municipal.
El proyecto empezará a ejecutarse a finales de 2009, con pagos directos de todos los caleños, aun cuando las obras se concentran en sectores específicos de la ciudad. Se estima que las facturas irían desde los $28.000 hasta los 270.000 mensuales, según el estrato.
Cuando se mira el conjunto, se evidencia que el proyecto tiene graves irregularidades y falencias, que no se pueden pasar por alto. (Ver recuadros 2 y 3).
Para la muestra, una obra calificada como un ‘mico’ escandaloso es que los caleños terminaremos pagando la entrada a Chipichape, un exclusivo centro comercial de carácter privado. “Es un triste ejemplo de cómo la inversión pública se ha puesto al servicio de los intereses privados”, exponía un asistente.
En espacios para la comunidad, el proyecto sólo contempla tres parques y dos plazoletas; en un exiguo 6,1% del presupuesto. En obras de carácter ‘social’ (tres ciudadelas educativas), se alcanza tan sólo un 10% del presupuesto. Al peatón no le va mejor. El presupuesto para andenes es de $6100 millones, es decir, un 0,75% del presupuesto invertido.
El otro grueso de la inversión, el 83%, se refiere a vías, puentes ampliaciones, intersecciones. Esto demuestra un privilegio total al vehículo particular, en desmedro del ciudadano común “de a pie”, lo que va en contravía de todas las normas modernas de urbanismo.
“Quien quiera vender este paquete como un proyecto de ciudad está mintiendo”, aseguraba un asistente al foro organizado por el Departamento de Geografía: “esto es sólo más asfalto”.
En las principales obras de este proyecto se encuentra un común denominador: Ampliación y construcción de vías (2, 6), Intersección vial a desnivel (3, 4, 5, 9, 10), Construcción, rehabilitación y prolongaciones de vías (7, 8, 12, 13, 14, 15, 16), Hundimiento de vía (17).
Según el Doctor en Geografía Urbana Pedro Martínez, el proyecto fue concebido sin ningún estudio de planeación urbanística seria. Se desecharon estudios realizados en el pasado con empresas internacionales, como los Planes Brunner, Wienner y Sert y el PGD, que zonificaban la ciudad y generaban un eje industrial norte-sur, como “definición del continuo urbano con Jamundí y Yumbo”: y se preguntaba: “Por qué no incluir los proyectos de inclusión social y desarrollo del MIO, como el MIO Cable La Estrella – Cosmocentro, y la recuperación de espacio público, el amoblamiento urbano”.
¿Cuál es la coherencia interna del “paquete de obras?
¿Cuál es el modelo de ciudad, de territorio, de sociedad? Se pregunta el profesor Pedro Martínez. No estamos frente a una ciudad para el ciudadano, como lo piensan los grandes urbanistas en proyectos como Brasilia, Barcelona o París; estamos ante un simple mejoramiento de calles. La ciudad para los carros, la ciudad pensada como malla vial.
Según el ingeniero y urbanista Rolf Moller, profesor de gestión ambiental de la Universidad del Valle, las obras “representan una visión antigua y superada de movilidad urbana, la ampliación de vías y las intersecciones a desnivel provocan en poco tiempo un aumento del tráfico motorizado particular, empeoran la situación para todos: más trancones, ruido, contaminación, estrés, más muertos y heridos, más agresividad, más dificultades para peatones, ciclistas y el transporte público colectivo en su movilidad diaria”.
Como si fuera poco, estas polémicas obras no fueron socializadas ni debatidas ampliamente por la comunidad. Salvo un foro realizado el 30 de enero en el Concejo, el proyecto no ha sido llevado a cabildos abiertos, ni ha sido debatida su importancia y prioridad en los estamentos públicos. Salvo un esfuerzo aislado del Departamento de Geografía de Univalle, estas obras tampoco han sido discutidas por las autoridades locales, las universidades, los colegios, u otros centros de pensamiento y debate.
El candidato a representante de los propietarios, Tito González, denuncia que “en las megaobras ronda el fantasma de la incertidumbre, porque también sabemos que rondan los oportunistas que quieren apoderarse de grandes contratos, funcionarios y políticos que les gusta las triquiñuelas, para sacar una tajada dura sin importar cuantos ciudadanos por su ganancia queden afectados”.
Las obras fueron debatidas al interior del Concejo Municipal, incluidas en el acuerdo 241 de 2008, y decretadas de espaldas a la ciudadanía. Quizá por ello, la difusión ha sido escasa, casi nula. Por eso ahora, cuando se ha demandado el proyecto y se cuestiona hasta la elección de los representantes ciudadanos, el alcalde ha tenido que aplazar su elección por 45 días.
Como si fuera poco, el Secretario de Infraestructura y Valorización Marco Zambrano informó que las 21 megaobras, sin haberse empezado a construir, ya presentan un sobre costo de $148.000 millones, con lo que ascenderían a $948.000 millones; con esto no sólo se augura sino que se demuestra que ‘las 21’ serán un foco de corrupción y sobrecostos, tal como se criticó el manejo del SITM-MIO para Cali.
¿Interés general o particular?
La economista Sandra Balanta se pregunta: ¿De qué forma las megaobras mejoran la calidad de vida de los y las caleñas? ¿Por qué hacer el cobro por beneficio general y no por beneficio local?
En otras palabras, ¿cómo puede beneficiar a los habitantes de escasos recursos de Aguablanca, que se construya un parque en Granada, un cruce vial en el oeste o la entrada de Chipichape?
La analista pone como ejemplo la obra “Proyección de la Calle 36 Norte entre Avenidas 4 Norte y 6B Norte” y después de hacer un estudio del costo concluye: “…Su beneficio general favorece la movilidad en el sector Norte, especialmente el ingreso y salida al Centro Comercial Chipichape.”
Si este proyecto fuese de interés general, como se argumenta para cobrar la valorización, las obras tendrían un carácter más civilista y moderno, de la mano con las vías deberían llegar obras de impacto general, tal como fueron en su momento los programas de Andenes para la gente y las ciclo rutas en Bogotá.
Bienvenidas las obras a Cali, pero no con una visión retardataria de ciudad, que da prelación al automóvil sobre el peatón; no proyecta una ciudad amable en un ambiente sano, una ciudad pensada para los niños, ancianos y jóvenes, ciclistas y peatones; una ciudad para la gente, con andenes dignos, ciclo rutas, mobiliario urbano, bibliotecas, centros culturales, parques y zonas verdes.
Una ciudad incluyente para los caleños sin carro, que son la gran mayoría. Estamos de acuerdo con el desarrollo de obras, pero concertadas, debatidas, que beneficien no a unas minorías privilegiadas. Se trata de repartir más equitativamente y con una visión humanista, los escasos recursos que con gran esfuerzo pagaremos los caleños.
“La mayor contribución por valorización recaerá sobre el sector residencial. Los 437.000 predios pagarán entre 20 y 60 por ciento de la contribución según el estrato; y los 2.170 del sector industrial pagarán entre el 5 y 30 por ciento; los 7.500 del sector comercial entre 10 y 30 por ciento; los 1.500 predios institucionales entre 1 y 10 por ciento y los mil lotes baldíos entre 15 y 45 por ciento.” El Tiempo, (sep 12 de 2008)
Las 21 megaobras según el Concejo Municipal
No.
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Obras
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Inversión (en Millones de
$COL)
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1
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Soluciones Peatonales
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6.100
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2
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Ampliación y Construcción de la Carrera 80 entre Calles 2 Oeste y Calle 5
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14.400
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3
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Intersección vial a desnivel Autopista Sur con Carrera 44
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16.500
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4
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Intersección vial a desnivel Autopista con Carreras 66 y 70
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32.000
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5
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Intersección vial a desnivel Carrera 8 con Calle 70
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35.200
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6
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Ampliación vía al Mar
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40.000
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7
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Solución Vial Chipichape Calle 36 Norte
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5.000
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8
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Construcción y rehabilitación: Carrera 29 entre Calle 34 a
Diagonal 30 y Diagonal 30 a Autopista Simón Bolívar; Cra 28D entre Calles 44 a 54; y Vía a la Paz (Comuna 18).
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5.500
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9
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Intersección vial a desnivel Avenida Ciudad de Cali con
Carrera 1
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5.000
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10
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Intersección vial a desnivel Autopista Simón Bolívar con
Carrera 100
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18.000
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11
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Pavimentación 2 calzadas de la Calle 72W entre Carreras
27G Y 28J Y Construcción Parque Longitudinal del Distrito de Aguablanca
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10.000
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12
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Prolongación Avenida Circunvalar
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115.300
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13
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Prolongación Avenida Ciudad de Cali
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13.000
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14.
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Ampliación Vía a Pance hasta la Vorágine, incluye
cicloruta
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18.200
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15
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Construcción y rehabilitación: calle 16 entre carreras 50
hasta la 105 carrera 1D con calle 73A. y 84
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19.800
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16
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Construcción de 250 km. de vía (Cruces Arteria Principales y Secundarias) - Vías Principales.
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180.000
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17
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Hundimiento Av. Colombia
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20.000
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18
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Parque Alameda Av. Roosevelt Calle 34
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15.000
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19
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Parque Río Cali
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16.000
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20
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Plazoleta de la Caleñidad y Granada
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15.000
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21
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Ciudadelas Educativas - CE
a. CE Contiguo a la ESE Isaías Duarte Cancino.
b. CE de la Troncal de Aguablanca y Avenida ciudad de Cali.
c. CE en la Institución Educativa Eustaquio Palacios.
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80.000
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TOTAL
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680.000
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